Piscinas con energía solar

• Cómo aprovechar la energía solar para climatizar una piscina
• Ventajas de una instalación solar para piscina
• ¿Cómo es la instalación?: Colocación y montaje
• Forma de ahorrar energía en casa

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Dentro de las instalaciones de paneles solares para piscinas, tenemos dos opciones. Las instalaciones en circuito abierto y las placas solares para piscinas en circuito cerrado.

En estos circuitos el agua de la piscina pasa directamente por los paneles solares para piscina. Estos son simples tuberías de material plástico que están conformadas como “mantas” y con un paso de agua más grande que en las placas solares de tubo metálico.

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El funcionamiento de este sistema de placas solaras para piscinas es muy sencillo, ya que solo necesita de una bomba de circulación, dos sondas de temperatura y una centralita de control. La centralita comprueba la temperatura que le indican las sondas. Una de ellas esta situada en la salida de los paneles solares para piscinas, donde la temperatura de agua es más alta. Y la otra esta situada en la tubería de salida de agua de la piscina.

Cuando la temperatura de las placas solares es sensiblemente más alta que la de la piscina, la centralita da señal a la bomba circuladora ara que se ponga en marcha. Cuando la bomba funciona, mueve el agua de las placas hacia la piscina y de la piscina la hace pasar por las placas, de forma que el agua caliente entra en la piscina y la fría pasa por las placas solares para piscina.

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Los paneles solares para piscinas con circuito cerrado o forzado es un sistema similar a las instalaciones como apoyo a la calefacción. Es decir, existe dos partes separadas, en una están las placas solares, una bomba de circulación del fluido y un intercambiador de placas. Por este circuito primario circula glicol. El glicol se calienta en las placas y es forzado a moverse por a bomba circuladora. Al pasar por el intercambiador de placas cede el calor recogido en las placas al agua que circula por la otra parte del intercambiador.

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La otra parte del circuito si que es abierta, ya que es el agua de la piscina la que es movida por otra bomba circuladora, dese la piscina hasta el intercambiador de placas, donde se calienta gracias a la temperatura que tiene el glicol. Y vuelve a la piscina para diluirse con el resto del agua e ir incrementando la temperatura de la piscina.

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Las placas solares para piscinas requieren de una instalación relativamente sencilla. Su instalación es igual que en el caso de las placas solares como apoyo a la calefacción, o para agua caliente sanitaria. Aún así, debemos tener en cuenta que las placas deben estar en un lugar donde les dé el sol, con una orientación preferentemente Sur y con una inclinación adecuada.

Las placas se suelen instalar en el tejado o en una zona de jardín que no necesitemos. Las tuberías se llevan desde las pacas al cuarto donde este todo el sistema de la piscina, donde se instalarán las bombas circuladoras, el intercambiador de placas, y la centralita de control. Está última es la que tomará las decisiones de cuando poner en marcha las bombas circuladoras en función de la temperatura de las placas solares para piscinas y del agua de la propia piscina.

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Cuando hablamos de nuestra piscina y sobre todo entre temporadas, en los meses que queremos alargar la temporada de baño, los paneles solares para piscinas nos ayudan a calentar el agua de la piscina durante el día, pero por la noche ese calor se pierde. Por eso una forma de ahorrar y conservar ese calor ganado durante el día se puede hacer con mantas de piscina, que debemos colocar cuando ya no vamos a usar la piscina, de forma que ayudan a mantener el calor del agua.

Estas tienen un efecto similar que cuando cerramos las ventanas y puertas de nuestra casa, para evitar que el calor que generamos con nuestra calefacción se pierda en poco tiempo. O cuando mejoramos el aislamiento de las paredes de nuestra vivienda. Todo ello para mantener la temperatura que hemos conseguido dentro, y que no se pierda en el exterior.

Otra forma de ahorrar es intentar hacer el uso en las horas en que la energía es más económica. En el caso del sol, cuando lo tenemos presente durante el día, ya que el efecto del sol hará que la temperatura no baje, todo lo contrario, nos ayudará a que se mantenga o incluso aumente.