Publicado el 8 abr. 2024

¿Qué es una casa con calefacción pasiva?

Una casa pasiva se caracteriza por tener una construcción particular en la que se utiliza la arquitectura bioclimática. Esto significa que tiene una eficiencia energética muy alta, que le permite mantener una temperatura ambiente agradable en cualquier época del año sin tener que recurrir a la calefacción tradicional. En un mundo que camina hacia las energías renovables, son quizás las viviendas del futuro.
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Casa pasiva: principio de funcionamiento

Las casas o viviendas denominadas pasivas, son aquellas que tienen un consumo energético prácticamente nulo. Es decir, se trata de viviendas que son ecológicas y totalmente respetuosas con el medio ambiente. Al utilizar los recursos de la arquitectura bioclimática, su diseño y construcción están orientados al aprovechamiento máximo de las fuentes de energía renovables. De esta manera, el consumo de las viviendas pasivas es extremadamente bajo.

En lo que se refiere a la calefacción y el ACS, una casa pasiva es capaz de autoabastecerse y permite disfrutar de una temperatura confortable durante la totalidad del año. Así, a diferencia de las viviendas tradicionales, las viviendas pasivas utilizarían lo que se llama la calefacción pasiva, en lugar de la tradicional, de alto consumo energético y con repercusiones en el medio ambiente.

En lo que se refiere el funcionamiento de una casa pasiva, son viviendas herméticas. En ellas, la arquitectura bioclimática que mencionábamos se combina con la más elevada eficiencia energética. Las ventanas de las viviendas pasivas permiten la entrada de la luz solar y pueden abrirse. Sin embargo, están diseñadas en base a la calefacción pasiva.

En otras palabras, impiden que se escape el calor que se encuentra dentro de la vivienda. Toda la estructura de una casa pasiva permite un aislamiento completo. Para la renovación del aire en su interior se emplean sistemas de ventilación que cuentan con un intercambiador de calor. Así, tal y como sucedía con las ventanas de estas viviendas pasivas, se produce la renovación del aire sin que se pierda el calor.

La calefacción solar pasiva se emplea para calentar toda la casa. Puesto que el calor se mueve dentro de un espacio, este tiende a irse hacia las zonas frías, para evitar que haya una diferencia de temperatura. De este modo, una casa pasiva colocará ventanas de gran tamaño que estén orientadas hacia el sur. Así, podrá recibir luz durante todo el día.

Mientras el sol esté brillando, las viviendas pasivas se calentarán, dado que sus pisos y sus paredes están diseñados para absorber calor. El calor en el pavimento sería similar al funcionamiento del suelo radiante. Más tarde, al llegar la noche, las viviendas pasivas liberan calor y mantienen una temperatura agradable. Aunque las casas de nueva construcción se van adaptando a este tipo de modalidad, sobre todo por la presión de las normativas europeas, también es posible modificar las viviendas existentes para convertirlas es una casa pasiva.

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Datos de viviendas pasivas en España

La idea de la casa pasiva adquirió popularidad a principios de la década de los 80, con la publicación por el American Institute of Architects de un libro llamado La casa pasivaLa casa pasiva: Clima y ahorro energético. Sin embargo, el término había sido utilizado por Edward Mazria en sus libros sobre viviendas pasivas. Estas aprovechaban las condiciones climáticas y las de asoleamiento de cada zona para poder abastecerse y proporcionar calefacción y refrigeración.

Posteriormente, diversas investigaciones en Alemania llevaron al concepto de la passivehaus. Las primeras construcciones aparecieron en 1990, aumentando en número en los años posteriores. Una casa pasiva era entonces una vivienda que aprovecha las circunstancias de la zona en la que se encontraba para ahorrar energía.

La passivehaus pasaba a ser una certificación para aquellas viviendas pasivas que tenían una demanda energética muy baja. En España, la demanda de las viviendas pasivas va en aumento con el paso de los años. Aunque su precio es considerablemente más elevado que el de las tradicionales, una casa pasiva llega a amortizarse debido al reducido consumo energético que tiene.

A diferencia de lo que sucede en Inglaterra, Francia o Alemania, en nuestro país no llegamos a las 70 viviendas pasivas. Salvo algunos proyectos promovidos por el gobierno vasco, se trata siempre de una casa pasiva privada. Aquel ha creado un proyecto de edificio de calefacción pasiva perfecto. Será utilizado para viviendas de protección oficial y oficinas. Así, quienes no cuentan con grandes recursos económicos, podrán evitar las considerables facturas que se pagan en España por la electricidad. En Bilbao existe ya un edificio con 108 viviendas protegidas y 63 que son sociales. Un gran avance en lo que a calefacción pasiva se refiere.

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Calefacción en una casa pasiva

Como hemos explicado anteriormente, una passivehaus es una casa pasiva sin calefacción. Gracias a la construcción específica que tiene, es posible obtener calor del exterior de manera natural, es decir, utilizando fuentes de energía renovable como la energía solar. Este es almacenado en el interior de la vivienda y se logra así la llamada calefacción pasiva. Una casa pasiva con clima y ahorro energético nos ayudará también a ahorrar en las facturas. El uso de la energía solar pasiva permite que la radiación del sol sea la encargada de suministrar calor al interior de la vivienda, que se utilizará también para el calentamiento del agua.

Beneficios de la calefacción solar pasiva en casa
✓ No contaminante/Respetuosa con el medio ambiente
✓ Fuente inagotable de energía ya que se abastece de la radiación solar
✓ Reducción del consumo energético en la vivienda, permitiendo un gran ahorro en el importe de las facturas
✓ Instalación de poca complejidad y de menor coste que la calefacción solar activa
✓ No ocupa espacio ya que se utilizan materiales absorbentes del calor en paredes y techos
✓ Elevada eficiencia energética

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Claves para poder tener calefacción pasiva en casa

Si queremos disfrutar de una casa pasiva o una vivienda adaptada para poder utilizar la calefacción pasiva, es necesario tomar una serie de medidas para que el aprovechamiento energético sea lo más eficiente posible. Las viviendas pasivas no tienen por qué tener una apariencia diferente a la del resto de viviendas, en lo que a la estética se refiere. Simplemente han sido diseñadas de manera que se aproveche al máximo el calor que genera la radiación solar. De este modo, evitemos tener que conectar la calefacción tradicional para mantener la casa a una temperatura agradable. Los principios que tenemos que seguir para lograr una casa pasiva son los siguientes:

1. Recepción de calor

En primer lugar, para poder disfrutar de la calefacción pasiva debemos ser capaces de recoger luz y calor solar. Es por esto que las ventanas de las viviendas pasivas son de gran tamaño. Por otra parte, la orientación debe ser completamente hacia el sur, y no deben estar bloqueadas por árboles. Estos impedirían una obtención completa de la luz del sol. Cuando la temperatura se eleva demasiado, es posible emplear en la casa pasiva persianas aislantes o cortinas que nos ayuden a limitar la entrada de más calor. Es el truco que normalmente se utiliza en las viviendas tradicionales, al bajar la persiana levemente para que los rayos solares no incidan tanto.

2. Absorción

Para que una casa pasiva puede aprovechar la luz solar que entra, es necesario contar con materiales que puedan absorber el calor. Este tipo de materiales duros pueden colocarse en los techos, en el piso de las viviendas pasivas o incluso en un tanque de agua. Además de esta medida, se emplean también masas térmicas en una casa pasiva. Para poder hacer uso de una calefacción pasiva, esta se coloca bajo el absorbente, y así se estabiliza la temperatura en el interior.

3. Distribución

Como ya hemos comentado anteriormente, el calor tiende a desplazarse hacia aquellas zonas más frías. Con esto lo que se consigue es que la temperatura ambiente se unifique, dejando de existir partes de la casa más frías y otras más calientes. En una casa pasiva esto no sucede, sin embargo es muy popular en las viviendas tradicionales, en las que cerca de los radiadores la temperatura es más elevada, pero a medida que nos alejamos de estos comienza a descender hasta llegar incluso a sentir frío.

4. Control

Por último, habrá que regular el cúmulo de calor en la casa producido por la calefacción pasiva. Las viviendas de este tipo, dado que la experiencia no es tan elevada, cuando las temperaturas en el exterior son muy elevadas, pueden sufrirlo también en el interior. Al no abrirse las ventanas en una casa pasiva, sino que el aire se renueva internamente, el calor puede quedarse acumulado. Cuando esto sucede la temperatura en la vivienda se eleva mucho y llega a resultar desagradable. La instalación de una ventana en el techo de una casa pasiva puede solucionar este problema.

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Datos de las calefacción pasiva en la casa

Los datos de las viviendas pasivas revelan que el consumo en estas es prácticamente nulo. Para el 2020 se espera que entre en vigor una nueva normativa europea que obligará a las nuevas construcciones a ser viviendas de este tipo. Una casa pasiva tiene una demanda de energía que está entre un 75% y un 90% menos que una tradicional. Esta diferencia se traduciría en una enorme reducción de las facturas, por lo que las familias podrían ahorrar una cantidad importante de dinero.

Aunque el precio de la construcción de una casa pasiva está alrededor de un 6% más que las tradicionales, la inversión se amortiza dentro de los 10 primeros años. Teniendo en cuenta que la vida útil del edificio puede estar en 50, la recuperación de la inversión es muy rápida. La calefacción pasiva se convierte en el futuro de las viviendas. Una casa pasiva no solo nos aportará un mayor confort, sino que también supondrá un respiro para nuestros bolsillos y para el medio ambiente.