Caldera mural o de pie, ¿cuál elegir?

• ¿Qué es mejor? Una caldera mural o de pie
• Características de las calderas murales
• Características de las calderas de pie
• Diferencias entre calderas murales y de pie

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

La diferencia más apreciable de estos dos tipos de calderas: caldera mural o de pie, es precisamente su posición o lugar de instalación. Aunque esta circunstancia no debe preocuparnos cuando necesitamos comprar una caldera de gas. Ya que la elección no debe depender del tamaño, sino de las necesidades a cubrir.

Como su propio nombre indica, una caldera mural a gas se instala colgada de la pared. Aprovechando cualquier pequeño espacio disponible en la cocina u otra estancia donde tengamos acceso a las tuberías de agua, y una fácil salida al exterior, para la chimenea de humos.

Por otro lado, una caldera de pie, evidentemente se instala sin ninguna fijación. Únicamente apoyada sobre sus propias patas de soporte y en ocasiones sobre un poyete de obra preparado ex profeso, para que esté un poco elevada. No obstante, hay más diferencias que vamos a desgranar viendo cada tipo de caldera por separado, las calderas murales y las calderas de pie.

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La principal característica y la que es más fácil de observar, es que una caldera mural siempre se encuentra instalada en la pared. Este tipo de calderas se caracterizan porque ofrecen una solución para la calefacción minimizando el espacio utilizado. Así mismo, su reducido tamaño facilita la instalación de la caldera en cualquier espacio disponible en la vivienda. Gracias a las nuevas tecnologías e innovaciones, el tamaño de una caldera mural a gas no afecta a sus prestaciones con respecto a la eficiencia, potencia y rendimiento. A continuación, te damos algunas claves más de las calderas murales:

La caldera mural es una solución perfecta para pequeños espacios. Sus dimensiones no suelen superar a las de un armario alto de cocina. Es decir, no miden más de 70 cm de altura, 50 cm de anchura y 40 cm de profundidad.

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La ventaja que tiene una caldera mural, o una de sus características, es su relativamente bajo peso. Gracias a los nuevos materiales que son muy resistentes y lo suficientemente ligeros como para poder usarlos en este tipo de calderas de gas. El peso de una caldera mural a gas puede oscilar entre los 35 y los 70 kg.

Los modelos más ligeros corresponden a calderas murales de solo calefacción. Por el contrario, un modelo de caldera de condensación mixta y con acumulación es de las más pesadas. Su mayor peso se debe a que disponen de pequeños depósitos de acumulación de agua sanitaria. Estas acumulaciones de agua pueden ir de los 5 a los 40 litros.

Como hemos comentado, la aplicación de nuevos materiales y tecnologías, una caldera mural puede llegar hasta los 40 kW de potencia térmica. En las situaciones que se necesitan potencias mayores, se recurre a instalar varias calderas escalonadas o en cascada. Así, la potencia total que proporciona el conjunto es la suma de las potencias de todas las calderas murales.

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Por lo general, podemos encontrar una caldera mural que use gas como combustible. Sin embargo, también hay modelos de gasóleo e incluso de pellets. Aun así, lo más común en las viviendas de nuestro país es disponer de una caldera de condensación mural a gas. En las ciudades y poblaciones con distribución de gas natural se aprovecha para no ocupar espacio con botellas o depósitos.

Cuando la vivienda está en una zona donde no llega el gas natural, se necesita de una batería de botellas o a un tanque. En estos casos la vivienda debe disponer de espacio para la instalación de estas botellas o del tanque de gas.

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La caldera mural a gas se adapta muy bien a viviendas unifamiliares, bien sean pisos en las ciudades, casas de campo, adosados o viviendas aisladas de una superficie máxima de unos 175 - 200 m². Aunque esto puede variar en función de la zona climática donde está ubicada la vivienda, y de la calidad del aislamiento y cerramientos que dispone. Ya sabemos que cuanto mejor aislada está una casa, menos calefacción necesitará y menos consumo realizará la caldera.

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Las calderas de pie se instalan directamente en el suelo, sin ningún tipo de sujeción. Puede haber diferentes motivos para este tipo de diseño o instalación, pero por lo general lo condiciona el peso de la propia caldera. A pesar de su mayor tamaño y peso, los fabricantes han desarrollado la tecnología, el diseño y la estética de la caldera de pie para que se pueda integrar en una cocina.

Esto es posible cuando la caldera de pie es de gas. Pero desgraciadamente con otros combustibles dificulta su instalación dentro de la vivienda debido a la suciedad y olores. Como serían calderas de gasoil o de pellets que, además, necesitan de un depósito extra para abastecer a la caldera de suministro energético necesario para su funcionamiento.

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A continuación, te damos todas los aspectos a considerar de una caldera de pie:

La caldera de pie es de un tamaño mayor a una caldera mural. Sus dimensiones varían desde los modelos más pequeños, que superan los 80 cm de altura; 50 cm de anchura, y 65 cm de profundidad; hasta los modelos grandes, que llegan a los 170 cm de altura, 50 cm de anchura, y 65 cm de profundidad.

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También el peso de una caldera de pie es superior a la caldera mural. Su elevado peso es el principal motivo por el que se decide generar un diseño tipo lavadora o nevera. Los pesos de una caldera de pie varían sensiblemente en función del tipo de combustible. Esto es debido a que las calderas de gas se construyen con un quemador de acero. En cambio, las calderas de pie de gasóleo, o biomasa, se construyen con una cámara de combustión de hierro de fundición, y la cantidad de material que se necesita es mucho mayor.

Para una caldera de pie de gas, los pesos pueden variar entre los 79 y los 90 kg. En cambio, cuando hablamos de una caldera de pie con una cámara de combustión de hierro de fundición, nos vamos a pesos de 140 y hasta 225 kg. A estos pesos deberemos añadir la cantidad de agua que son capaces de calentar y acumular aquellas calderas que disponen de ellos, para poder dar servicio de Agua Caliente Sanitaria.

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La potencia que pueden generar es, por lo general, mayor que en las calderas murales. Esto provoca que la caldera de pie tenga un mayor tamaño. Además, también hace que su peso sea mayor, lo que obliga a que tengan que instalarse de pie. El motivo por que se han desarrollado calderas de pie de mayor potencia, es para hacer frente a demandas más grandes que las habituales de una vivienda unifamiliar.

Así, encontramos calderas de pie desde potencias válidas para una vivienda, es decir, unos 30 a 55 kW. Las de media potencia que pueden llegas a 70 - 80 kW. Sin olvidarnos, las calderas industriales que pueden llegar a superar ampliamente los 1.000 kW de potencia.

Una caldera de pie puede funcionar con diferentes combustibles. Así, disponemos de un gran abanico de posibilidades, aparte de la caldera de pie a gas. Tanto la caldera de pie de gasóleo, como de biomasa, en sus diferentes tipos, como pellets, astillas de madera, leña, o incluso caldera de pie de huesos de aceitunas.

Toda caldera de pie con combustible líquido o sólido tiene un sistema de combustión diferente al gas. Por ello, necesitan de una cámara de combustión de mayores dimensiones y de un material que mantenga mejor el calor. Con ello se puede dar mejor servicio de calefacción y para el agua sanitaria.

El tipo de vivienda o edificio al que una caldera de pie se puede adaptar, es mucho más variado, debido a la posibilidad de disponer de potencias mayores como por la variedad de combustibles. Es por ello que una vivienda normal de unos 70 a 100 metros cuadrados, además de una caldera mural mixta, también puede disponer de calefacción con una caldera de pie.

Sin embargo, cuando se necesitan grandes potencias en comunidades de vecinos, usos públicos e industrias, las calderas de pie son las que se suelen utilizan.

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En el siguiente cuadro resumimos toda la información para poder distinguir las diferencias que tienen las calderas murales y las de pie. En el caso concreto de elegir comprar una caldera de gas, disponemos de mucha más variedad de elección. Tanto en potencias, como acumulación, mixtas o solo calefacción, murales o de pie, etc. Incluso muchos modelos de calderas ya disponen de conexión a paneles solares como apoyo a la calefacción y mejorar la eficiencia energética.

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